16 de agosto de 2009

“No toca a los escritores promover la lectura”

Yo escribo para una minoría, que somos aquellos que gustan de la literatura y que nos gusta leer sobre literatura”, comenta de forma tajante el escritor y ensayista mexicano, Christopher Domínguez Michael, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
Con su estilo parco y corto de palabra, platica que nunca ha aspirado a públicos más amplios, “porque no a todo el mundo tiene por qué gustarle la literatura. No es una obligación. Tampoco nos toca a los escritores promover la lectura. El problema central está en estimular a la lectura en la infancia y eso yo no lo puedo hacer, eso lo tienen que hacer las autoridades educativas”.
Domínguez Michael está en Colombia para presentar su más reciente trabajo, La sabiduría sin promesa. Vidas y letras del siglo XX, un libro del que él mismo adelanta que es la edición aumentada de uno que ya había sacado en 2001.
“En su origen era hacer un balance muy personal de mis gustos y de mis fobias. La literatura que me interesa del siglo XX. Es un libro de mis clásicos de la literatura moderna”.
Explica que es un trabajo muy amplio, voluminoso, donde habla de autores como Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Jünger y de críticos literarios.
El reciente trabajo del ensayista ya tuvo sus primeras críticas en México, donde incluso han calificado el título de engañoso, pues explican que no reúne a los autores más representativos de una época, pero que invita a los lectores a acercarse a nuevos escritores y encontrarse con viejos conocidos.
El autor justifica a los que lo han criticado, señalando que la importancia de un crítico literario es precisamente que genere crítica “que la provoque, que la reciba y que la otorgue. Si esta clase de libros no generan discusión, quiere decir que estoy mal”.
“El trabajo del crítico literario es sobre el término de la vanidad. Mal estaría que estos libros no lo causaran: no es el único objetivo, pero es uno de los trabajos del crítico”, señala.
Respecto a la Feria Internacional del Libro de Bogotá comentó que las ferias son espacios muy positivos, que es la forma principal en que los escritores pueden circular, pueden darse a conocer e intercambiar libros. “No conozco a muchos escritores colombianos, pero la feria es excelente para encontrar material para llevarme, más lo que yo traigo para intercambiar”.
Sobre Colombia, dijo que es un país donde se lee mucho más que en México, “donde la tradición de la prensa escrita es superior a la nuestra y eso se nota enseguida cuando tomas un periódico colombiano. Para empezar están escritos en un español muy superior al nuestro”.
Agrega que es un país más letrado a pesar de ser más pequeño.
En paralelo a México, analiza que tiene que ver con la formación estatal, porque el sistema de enseñanza mexicano tiene muchos años desde la Revolución.
Contrario a lo que pasa en el país, expresa que “la prensa de la escritura en Colombia, como primer vehículo de la lectura, ha tenido una existencia autónoma del Estado. Ha sido una fuente de legitimidad, es como su carta de presentación hacia la sociedad civil”.

No hay comentarios: