18 de agosto de 2009

Cumbres Borrascosas

Cumbres Borrascosas hipnotiza y envuelve en una maraña de pasiones, odio, sed de venganza, amor no correspondido, desengaño, desesperanza... Los personajes giran en torno a un hogar que deja de serlo a voluntad y capricho de un hombre imponente, de fuerte carácter y movido por la ira y el rencor hacia la familia que, aunque lo acogió, nunca lo consideró más que un sucio gitano recogido de las calles de la ciudad. El pequeño niño despreciado creció para odiar más que ninguno. El señor Earnshaw nunca imaginó que aquel niño de grandes ojos, a quien brindó su casa, terminaría siendo el amo y señor de ésta y todos sus habitantes, infundiendo en las antes satisfechas cumbres un ambiente de miedo y violencia. La novela no sólo posee un increíble estilo descriptivo que introduce al lector en el drama desarrollado en una antigua casa de campo; sino que también brinda un excelente análisis de la naturaleza humana, sus errores, defectos y sentimientos, destacando el lado obscuro de la sensibilidad. A pesar de su poca experiencia y prestigio, Emily Brontë logra en esta obra —la segunda y última— un fenómeno literario espectacular, merecidamente considerado un clásico y que debe, sencillamente, disfrutarse.

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